Ella dejó la puerta abierta

Una de las primeras puertas que se me abrieron invitándome a creer en un mundo mejor, y a pensar que no está bien dejar que las injusticias prevalezcan, fue la que me abrió Mercedes Sosa a través de su canto y su inspiración.

Desde que la escuché por primera vez, me enamoré de ella. De su pasión, de su talante, de esa dignidad que imprimió en su música altamente inspiradora que lleva implícito el deseo de un mundo mejor, de la consecución del eterno sueño que muchos anhelamos.

Sus canciones invitan a amar, la vida, los sueños, la naturaleza, a denunciar la opresión, la injusticia, la falta de libertad de nuestros pueblos, así mismo predica en ellas un amor profundo por América Latina.

Inspirado por "Las Manos de Mi Madre" que me hace ver esas mujeres que a diario se entregan a sus hijos en muchos rincones de nuestros pueblos, no así las desalmadas que ignoran a sus hijos; o ese poema intenso como lo es "Alfonsina y el Mar" que narra ese suicidio hermoso si se quiere, pues el mar como fin de la vida se me antoja como un nuevo comienzo; o el canto machacante a los oídos del dictador chileno cuando le dedicó su "Cambia, todo cambia", me di cuenta que ella, representaba nuestra voz amplificada, la cual supo llevar a muchos en todo el mundo.

Ella dejó la puerta abierta a seguir creyendo, amando y luchando.

Duerme, duerme Negrita, que tu pueblo está en el campo Negrita…

Hasta cuando?

Hasta cuando podré seguir viajando con la muerte en el transporte público, mientras el penetrante olor a colonia barata apesta el ambiente?

Hasta cuando seguiré atragantándome de odio hacia las lacras que diariamente nos abofetean una y otra vez nuestra inocencia ya hace tiempo perdida?

Hasta cuando blasfemaré contra el que no responde, el que carcome mi fe al ignorarme deliberadamente en sus cuentas privilegiadas?

Hasta cuando la muerte será algo tan cotidiano como la vieja del pan que un día -también- aparecerá muerta en una esquina?

Puede ser cualquier día.

Puede ser cuando termine estas líneas.
Puede ser cuando esté comiendo pupusas en la colonia.
Puede ser cuando esté aullando en un karaoke de Santa Tecla.
o puede ser al terminar de ver "La Vida Loca".

A Christian Poveda.