lunes, 5 de octubre de 2009

Ella dejó la puerta abierta

Una de las primeras puertas que se me abrieron invitándome a creer en un mundo mejor, y a pensar que no está bien dejar que las injusticias prevalezcan, fue la que me abrió Mercedes Sosa a través de su canto y su inspiración.

Desde que la escuché por primera vez, me enamoré de ella. De su pasión, de su talante, de esa dignidad que imprimió en su música altamente inspiradora que lleva implícito el deseo de un mundo mejor, de la consecución del eterno sueño que muchos anhelamos.

Sus canciones invitan a amar, la vida, los sueños, la naturaleza, a denunciar la opresión, la injusticia, la falta de libertad de nuestros pueblos, así mismo predica en ellas un amor profundo por América Latina.

Inspirado por "Las Manos de Mi Madre" que me hace ver esas mujeres que a diario se entregan a sus hijos en muchos rincones de nuestros pueblos, no así las desalmadas que ignoran a sus hijos; o ese poema intenso como lo es "Alfonsina y el Mar" que narra ese suicidio hermoso si se quiere, pues el mar como fin de la vida se me antoja como un nuevo comienzo; o el canto machacante a los oídos del dictador chileno cuando le dedicó su "Cambia, todo cambia", me di cuenta que ella, representaba nuestra voz amplificada, la cual supo llevar a muchos en todo el mundo.

Ella dejó la puerta abierta a seguir creyendo, amando y luchando.

Duerme, duerme Negrita, que tu pueblo está en el campo Negrita…